jueves, 31 de enero de 2013

RUANA ROJA




Se  marcha la mujer como se  van todas aquellas  de su edad  porque al cambio en su  cuerpo los  gañanes asechan, no desea repetir el destino de  su madre, de su abuela, de sus hermanas, ella alberga la esperanza de ser como  su tía  la soltera que  es prospera y  muy  buena.

El negro llora desconsolado porque se  va  su  baluarte, se va  su estandarte, su amiga, su confidente y su hermana, recuerda  las tardes  en que  sus  rizos  crespos  encrespaba con su dedo índice mientras  los dedos  de su  otra mano chupaba , enroscaba  sus rulos  hasta que dormido quedaba.
Comía  chocolates que los  novios de sus  hermana le daban era una época linda la época de la  ruana.
Ella parte y todos entre  lagrimas  sollozas  gritaban, en la  gran  villa la espera la fama, el dinero, el estudio en esta  gran ciudad de  oportunidades donde todos   van en búsqueda de todo menos de  la derrota pero mas adelante esto va llegando  para la niña en su vida como un anuncio con letras rotas .
Bogotá se llama  la  ciudad  que  arrebato la niña  de mis ojos y que  por anos  la  ha albergado, mis lagrimas  en los ojos solo las guardaba secas en aquella  roja  ruana.
Su pequeño hermano  se que  también le  extrañaba ademas  de su madre con lamentos y esperanza  ante la lejanía aguardaba por su regreso lleno de  victoria  no era la primera   hija  que  sin querer el destino la  obligaba. 
Pues ella  no tenia el control de sus  decisiones como en  otra  historia  ya estaba contada.
El negro y el mono  cual familia homogénea que  es  muy común en nuestra  sociedad Colombiana eran  los mejores amigos ahora pero una  mujer les  faltaba, así que invitaron a una imaginaria CHAMBÍ   con quien  a jugar  horas pasaban, la cocinita, la hacienda las cogidas y hasta la tienda armaban; el mono con la ruana blanca y el negro su  ruana roja  dormidos se  quedaban.
El negro  con la  ruana  roja mil cosas guardaba , sus cotizas  viejas, sus carros inventados y hasta las muñecas de plástico con las  cuales  homenajeaba a su hermana la  crespa  que vivía en una gran ciudad lejana.
Inventaba mil piruetas con su ruana roja mientras  un ángel se acercaba , decía creerse la mujer maravilla con una peluca improvisaba , pues  su ruana  roja para todo eso le daba.
El mono  y el negro su infancia disfrutaban, cada  domingo mientras sus padres no estaban, Chambí les acompañaba era su tesoro era su consuelo hasta que un día en la venidera adolescencia al despertarse , Chambí se desvanece y de ella  solo su recuerdo quedaba.
Por que mataron a Chambí si era tan  buena  muchacha , así rezaba una novela de la  época  solo que  Betty  era quien la  protagonizaba.

Chambí se fue  como la  ruana  roja y en  mi mente solo  queda aquel  color y  forma de sus  lanas...



Es una  buena  ocasión para detenerse a  recordar  de que manera nuestra sociedad es el vivo recuerdo de  aquello que podemos crear, siempre  inventamos personajes o  historias para  poder superar  nuestros  duelos, a veces no estamos preparados para  ver  partir  las personas, o historias que  ya no van  más en nuestras vidas, con ello no hablo de la muerte,   hablo del duelo a  lo que  ya no somos  que es algo normal.
Yo  solo hoy  quiero hablar de  cuentas cosas   estamos dispuestos a  cambiar,  de cuantos  fantasmas   no hemos sido capaces de  dejar, nuestras malas costumbres arraigadas  parecen un cáncer de nuestra sociedad, por años  quizás  parece que  seguimos  haciendo las  cosas de la misma manera sin obtener resultados y el gran  miedo que nos da  es  el miedo a  cambiar.
Es el  miedo institucional de la  escuela , ese que nos han enseñado  nuestros padres  o  nuestros maestros, es el miedo siempre a que van a pensar  los demás, muchas  veces tenemos miedo a que la realidad que hemos  creado de nosotros sea una falsedad.
En mi vida en Colombia como acá  he experimentado que los seres humanos tenemos miedo a cambiar, afanados siempre  por  nuestro exterior, hacia los demás ; es el que yo  pienso como el miedo que más nos  han inculcado en la sociedad pues ver la actitud  de otros  ante  ciertas  `` derrotas``que al final no son derrotas si no cambios para la vida  renovar .
Eso nos angustia terriblemente entonces preferimos soportar, consagramos nuestros días a  idolatrar la  ruana  roja  o  aun mas a inventar pequeñas Chambís para  nuestra  realidad  evadir, son fantasmas que  a lo largo del tiempo van a   desaparecer o permanecer en nuestras memorias.
Uno de los  grandes  defectos de la  sociedad   occidental es hacernos  creer en que  tenemos que hacer todo perfecto sin derecho a  equivocarnos como si  fuéramos la propia encarnación de  Dios inhumano.
Esta mañana después de  haber leído esta  página, miremos en nosotros mismos que males  y  fantasmas nos ha heredado nuestra  sociedad para que así seamos capaces de romper con ellos así  como la temprana adolescencia desapareció a Chambí , la  ruana roja y la afanada  pubertad.


(Wíner Ramírez Díaz)
Fotografía 1( La ruana roja de la crespa y el negro)
Fotografía 2 (La ruana Blanca del mono)


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