lunes, 4 de marzo de 2013

TRAJE CAFETERO EL MEJOR DEL MUNDO CON EL MEJOR PRECIO

Café Colombiano

Era medio día y en aquel verde y frondoso cafetal    las matas estaban reventándose de café, los obreros se escuchaban entre silbidos y cantos, se anunciaba cada surco que seguía y cuántos minutos tardaba cada uno en llenar su canasto, pero los canastos reventaban con el peso de aquel grano que enriquecía los bolsillos de aquellos viejos hacendados con el dinero suficiente y  los medios para adquirirlo,  al mejor y más bajo precio en una obra cirquesca del  mejor postor quien tenía un espíritu burgués de clase media con aspiraciones de burgués  de clase alta, convencían fácilmente al ignorante campesino quien a duras penas sabía de las artes del campo , porque quien ha sido dizque educado y tiene en sus bolsillos el mayor valor de esta sociedad capitalista sabe aprovecharse del poder que este le da;  El viejo campesino de cuatro vientos solo tenía en su mente poder sacar adelante su familia, darle una mejor vivienda, comida, estudios cosas que de antemano el estado ya había olvidado.
Mujer campesina
Pero entre la funesta competencia este minúsculo empresario  no sabía ninguna letra , solo las seis letras de su nombre y las siete letras de su apellido heredadas de una época de violencia desatada por la muerte de aquel gran caudillo del pueblo que se decía sería la esperanza del oprimido.Aquel caficultor estaba supeditado a los que por décadas habían hecho de las riquezas del campo su propia riqueza y en el sentido más egoísta y avaro habían olvidado que venían de abajo como todos los demás, porque la peor enfermedad que puede padecer un Colombiano a diferencia de cualquier otro ser humano en cualquier otra cultura es la envidia y la rabia, rabia heredada por generaciones, una  parte  de  la clase media que intenta ser clase alta y que se vale de todas las cosas para poder llegar a este sueño reprimido y mal heredado de la burguesía como si la posesión de el mejor carro, la mejor casa y los mejores viajes les hiciera más seres humanos o quizás les consolidase  permanentemente en esa posición en la que si ha nacido el verdadero  burgés quién no necesita mostrar sus  riquezas porque ha nacido y convivido con ellas habiendo hecho de esto un proceso interno y cultural. Porque  en el país  del sagrado corazón la mona  aunque  se vista de ceda mona se queda.
Por ende cuándo veo las noticias por estos días en los medios Colombianos a mi mente viene los mismos interrogantes.
¿Dónde están los grandes empresarios del café? ¿Dónde está la imagen de la marca Juan Valdez?
¿Dónde están todos los que se enorgullecen de sus cafetales? Cómo en cualquier día de jornal los que andan por allí son los pequeños , los que realmente están endeudados hasta los tuétanos porque para lo único que el café le sirve ahora es para leña seca, son esos pequeños cultivadores del café los que están tirados en las calles haciendo valer sus derechos y como ellos no son escuchados entonces se acercan buitres de todas las calañas en la búsqueda de la  popularidad y reconocimiento usando como  argumento  la salvación, uno de los mejores argumentos que nos ha podido legar la religión, pues hemos estado acostumbrados a esa figura mesiánica del salvador nacido en tierras cafeteras  y que  aún sigue montándose en la cima de la sociedad con este argumento en un pueblo cobijado de rencores y anhelos de paz.
El virus encarnado en la mayor parte de nuestra sociedad es el rencor o la lástima, una lástima heredada de la televisión,  su novelas y sus realities dónde gana la pieza de teatro el que más miserableza inspire, generando dramas de nuestras más encarnadas miserias; porque si sacamos lágrimas valemos más, así es la sociedad de la lastima, aquella que se acostumbro a extender la mano y hacer de sus desgracia el argumento de sus huelgas y miserias.
Niños cafeteros
Necesitamos una sociedad más critica y menos llorona, es inconcebible seguir llorando ante los que gobiernan, si no somos capaces de generar en nuestras nuevas generaciones el espíritu del valor, valor por las riquezas naturales, la importancia que estas tienen,el valor ético de la correcta elección de verdaderos gobernantes que nos representen de una manera más asertiva y menos corrupta, menos encarnizados en el poder y menos vestidos con las armaduras del clientelismo y la camaradería del oportunismo, con un sentido de sociedad más critico y más justo que un día no este  feliz recibiendo el tamal o la teja y al otro día este llorando por sus derechos; a esto  yo le  llamo el virus de la doble moral  por la cuál la sociedad esta muriendo lentamente .
El paro cafetero que estamos viendo hoy en los medios es el mismo que ya se veía venir hace 25 años cuando yo solo era un niño y que luego al  transcurrir del  tiempo  fue  creciendo como una  bola de nieve pero que aún no ha terminado, porque nos hemos contentado con lo que nos dicen los medios pues  somos el mejor café del mundo cuando en la realidad nos conocen por otro producto menos querido pero si de una calidad más fina.
¿Por qué sí somos conocidos por tener las mejores cosas del mundo aún seguimos siendo los segundos en todo?
Tenemos dizque las mujeres más lindas del mundo pero hemos tenido siempre que conformarnos con el segundo puesto en los miss universo, dizque tenemos el mejor café del mundo y aún así seguimos estando por debajo de Brasil, dizque tenemos ahora la ciudad más innovadora del mundo pero aún así en el mundo casi nadie la conoce, dizque tenemos unas de las democracias más viejas de América Latina pero aún así es una de las más corruptas, entonces  que alguien me explique si vivimos en tanta maravilla qué esta pasando.

Quizás muchos solo han estado toda su vida en la misma caja de cristal de 2 070 408 km2 y no nos hemos dado cuenta que vivimos en el paraíso y como no tenemos más que hacer nos inventamos, la diferenciación entre las clases sociales, una guerra interna absurda, unos mercados intercambiables con condiciones miserables y un sistema democrático corrupto, unas garantías en derechos mínimas y toda la miseria posible, todo esto para demostrarnos que tendremos otras cosas de que procurarnos menos de lo que realmente es nuestra riqueza, riqueza que otros están sacando poco a poco y ante nuestros ojos mientras nos ocupamos de las cosas absurdas que nos inventamos para vivir en este paraíso , unos nevados que en poco tiempo quedarán derretidos , millones de kilómetros de territorio que siguen siendo maltratados por multinacionales.
El negrito cogiendo café

Pero en últimas como vivimos en el paraíso no nos hemos dado cuenta  porque hemos estados ocupados engrosando los bolsillos  de  los que hacen de la guerra un verdadero y  jugoso negocio a través de las armas, porque  así como no hay  mejor negocio que  vender  comida  a un hambriento no hay mejor negocio que venderle  armas a un pueblo rencoroso y lleno de rabias.
El Paro cafetero solo es el reflejo de una batalla que ya no tiene marcha atrás, solo esperemos que las condiciones creadas ahora puedan garantizar un mínimo de mejorías no solo a los grandes caficultores si no a los pequeños que son en realidad los que más  sienten este problema sobre su plato de comida.
Yo mientras tanto en este escrito solo puedo dejar puntos suspensivos a un problema que para mi solo esta en desarrollo...
( Winer Ramírez)

Fotografía 1 ( "El  mejor café del mundo " a qué precio)
Fotografía 2 ( Mujer campesina realidad campesina)
Fotografía 3 ( Los niños cafeteros herencia del pueblo Colombiano)
Fotografía 4 ( Trabajo infantil en Colombia)

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