PANTALONES TIERRA EN DISPUTA EN PUNTO PAZ

Era lunes en la mañana y tras torrentes aguaceros el carretero principal parecía un camino de herreros, pues entre piedras , lodo y huecos el viejo y el negro intentaban hacer de aquel camino un buen carretero  y menos maltrecho, organizaban las cunetas que habían destruido  las aguas entre aquellas dos veredas ; Aguachentales y la gaita. De pronto entre gritos y ofensas escucha el negrito a Gilberto y a su taíta.

Por acá no es la ruta de las aguas lluvias,  es mejor dejarlas rodar por las carreteras y vías decía  Gilberto con una gran melodía, pero con precaución y a base de persuasión el viejo padrón intentaba explicar que las vías eran un gran revolcón y que a causa de las aguas que él no dejaba entrar por aquel viejo rincón se había hecho en  la vía principal una inundación .

El negrito entendía que su padre lo justo decía,pues no era posible que las tierras de aquel viejo lote ningunas aguas recibíeran, pero como un argumento   Gilberto exponía que  más valían sus  tierras  que una maltrecha vía que servía a caficultores como el viejo García, quien era un  avaro  y terrateniente feudalista que esclavizaba a Castañeda y a Lucila.

Del otro lado estaba la finca de José Elí cortés y su esposa Silvia eran ellos señores reconocidos por su trabajo y familia, un hombre inteligente que versos componía además siempre nos  decía que  en los años 40  había sido Jorge Eliecer Gaitan   la esperanza de un pueblo en agonía porque nuestro país no había salido jamás de la eterna patria boba adormecida y que entre dos corrientes permanecía , liberales y godos que por décadas se habían disputado el poder y la supremacía.

El negrito alcanzaba entender que las tierras eran un problema según aquel parecer, entre grandes terratenientes,viejos cafeteros y ganaderos esto parecía ser; pues al  ver los mojones en cada esquina de la finca , pensaba que de  fronteras este problema podría ser y que  hasta allí alcanzaría a pasar  con su canasto si deseaba coger el  café pues unas palmas rojas y unas piedras negras eran suficientes para todo entender.

Entre los terratenientes era José Elí cortés a mi modo de parecer el mas noble y educado de aquella comarca de campesinos a enloquecer, entre terrenos baldíos, hombres y mujeres corriendo en la nada con una camada de chinos aquel hombre había dado pequeños terrenos baldíos, con un sentido comunista y no muy capitalista ninguno de los Canchones se había quedado fuera de su lista,una gran parte de ellos había recibido un pedazo de terreno para construir su nido.

Alirio, Feliza,Georgina, Alfonso, Roberto y Pedro se habían beneficiado de alguna manera de aquel hombre bueno, eran años sagrados de pensamientos revolucionistas, sin haber conocido la violencia maldita; pues no son las armas las que permiten vivir un un sentido  idealista era José Elí Cortés  para mi la muestra de aquel buen socialista.

 Era un hombre brillante con las ideas bien puestas,  pues  él hacía de sus letras un  arte sin tretas y al negrito sus historias heredo sin rentas un cuaderno al escrito con sus  viejos poemas... hoy recuerdo son al escribir mi tesoro y baluarte, pues no fue en la escuela que aprendí que la rima es  un arte para hablar de la vida y a los viejos amantes. Fue aquel viejo vecino que  sin dudas ni prejuicios  me enseño que filosofar y escribir son todo un arte divino.

Las tierras han sido siempre el problema del hombre desde el uso de la razón , la invención de la propiedad privada según lo reza el contrato social en Rousseau, no hay peor enfermedad humana que creerse dueño de aquello que no tiene dueño, pues es esto solo una ilusión, somos los seres humanos entes de gran relación nuestra historia se resume en los modos de producción, del esclavismo al feudalismo y al capitalismo pasamos con gran presunción y creemos con la declaración de los derechos humanos todos aquellos problemas el hombre mejoró, esto aplica para pueblos desarrollados con una gran noción de los derechos humanos, la propiedad privada y el desarrollo mancomunado es para todos una mejor condición.

Colombia sigue siendo feudalista, latifundista y de grandes multinacionales sigue siendo ella muy jugosa a su punto de vista,  además  se han hecho propietarios de terrenos baldíos lo delincuentes,paracos, guerrilleros, latifundistas y hasta los mas vivos, que aprovechando la violencia han hecho de aquellos terrenos sus lotes de engorde, riqueza y  vivencias.

Hoy observamos  en Cuba es este el primer punto de las discusiones en disputa, yo me pregunto si son realmente ellos los que deberían poner en la mesa aquellos temas de  punta, pues para nadie es un gran secreto que las víctimas son  en enterarse de esto las úlitmas y que en estos diálogos de paz las victimas no tuvieron una silla para estos procesos en disputa.

No son las guerrillas la voz del pueblo, ni gobiernos corruptos que se compran a sueldo pero aún así son ellos los que negocian,  porque insignificantes sujetos somos a veces los blogueros, que a través de nuestras letras o la comunidad de twitteros nos hemos convertido en las voces del pueblo.

Espero Colombia con estos diálogos de paz a estos dos modos de producción diga no más, pues es esclavismo y feudalismo lo que se sigue viviendo en este país como altivismo, pues de comunismo no han tenido jamás en si mismos los que se creen luchadores del socialismo esto solo es un idealismo pues se vive el neo-liberalismo y es del presente el maldito capitalismo.

Hoy miro como el negrito ingenuo una gran disputa entre vecinos por tierras y aguaceros,pero como aquel negrito aún hoy reflexiono y veo que los seres humanos de la naturaleza nos creemos los dueños, por eso vivo libre sin propiedades y de todo tipo de contrato con reglamentos,  siempre haciendo todo lo que más puedo, pues no me interesa aquel monopolio, que desde niño deteste como juego; valerse de otras personas  para hacerse rico y creerse del mundo su dueño.

(Wíner Ramírez Díaz)
Fotografía 1 (Los pantalones tierra en disputa)
Fotografía 2 (La víctima olvidada e  ignorada)
Fotografía 3 ( Finca el porvenir Colombia una presa jugosa)
Fotografía 4 ( La ingenuidad del negrito)