viernes, 22 de febrero de 2013

BRASIERES Y CALZONES DE LIBERTAD

Mi abuela  siempre  guardaba un secreto detrás de aquel  rancho viejo , como lo guardaban mi tatarabuela y muchas  de las que  desde ahí hacia atrás en la  línea  generacional este secreto  conservaban,  también mi madre y mi hermana herederas de esta forma extraña, ponerlos sutilmente  en  cuerdas sin que nadie los mirara...  era el lugar prohibido , aquel lugar  donde nadie se asomaba sin el permiso que  de antemano ellas   acordaban,  era un lugar sagrado de respeto y de guardia.
De vez en cuando mi inquietud por allí jugaba quería descifrar el secreto que  con mucho celo mi madre guardaba y que de sus hijos  varones siempre ella ocultaba.
El negrito inquieto  por allí rondaba pues era un misterio lo que detrás del rancho  se gestaba,  era  el lenguaje prohibido entre hombres y  damas, ese  que solo descubren más tarde entre gritos y lágrimas , cuando ciertas partes resultan pobladas por una maleza extraña a la  cual  después todos se adaptan con discreción educada.
Son las distancias que nos separan en una época en que  jugar con  carros y muñecas  es solo una bobada,pues ellas  dejan sus  diseños de flores por unas nuevas prendas rosadas y agregan a su armario una nueva prenda entre encajes bordada,  para sostener las mamas que más tarde sus hijos  amamantados hacen que cualquier prenda sea   holgada y que en  búsqueda de la belleza otras tantas  terminan  siendo operadas.
Nosotros los hombres nunca tuvimos ese problema pues un lugar secreto nunca fue nuestra morada, cuando de vestirnos o desvestirnos esto se trataba, no teníamos  lugar secreto y muchos menos una pena avergonzada, pues el  hombre es hombre en esta sociedad machista y por  ellos dizque dominada, cuando al fin y al cabo sabemos que por  mujeres ha sido   forjada y trabajada con costumbres extrañas, como esas  que yo  nunca entendí pero que al fín respetaba por ser una   sociedad dizque de  principios de moral educada.

Donde la  fidelidad es un principio,  mientras a la luz pública no salen las aventuras  y las  andadas de  hombres promiscuos y mujeres deseadas;  yo prefiero hablar con honestidad sin morales creadas,  pues es más sincero quien a las cosas llama por su nombre sin frases de cajón  inventadas, dejemos de ser tan católicos,  es  esto lo que tiene a nuestra  sociedad  fregada,  esconder la mano cuando hemos tirado la pedrada, por eso no comprendo los curas y las viejitas  que rezan de rodillas o paradas,  dándose golpes de pecho por su naturaleza creada, al sentir el deseo que corre en sus mentes perversas y malhumoradas, donde condenan al hombre y a  la mujer que de su vida sexual han hecho un templo y del goce su morada, cuando   en el fondo era eso lo que ellas deseaban,  pero que por  culturas heredadas siguen siendo las pobres unas amargadas y frustradas.
Yo no quiero culparlas ni decir que es una disculpa inventada es que simplemente  aún vivimos en una  sociedad machista y de doble moral acostumbrada, donde decimos una cosa y por la otra  hacemos marranadas, ya dejémonos de discursos papales como Ordoñez cual si estuviera en cruzadas, diciendo como debemos actuar de forma pulcra y sacra,  cuando en el fondo sabemos que nuestra sociedad de  eso no tiene nada, hagamos valer   la constitución del  91 promulgada que por mas de 20 años  ha sido  vulnerada con formas y maneras de  gobierno en una sociedad desangrada, por fuerzas de izquierda y derecha que por este país no han hecho nada, solo los malos recuerdos para generaciones venideras y pasadas.
Así como  aquella tradición de la abuela heredada siempre yo supe el secreto que en aquellas  cuerdas colgaban, de  varios colores, encajes y tamaños que una fila formaban, yo en mis adentros decía que misterio con eso guardaban, solo  lo supe a través de los años cuando descubrí los placeres que  a muchos esto generaba y a sus deseos desgarraba.
 Nunca se hablaba de aquello de  forma  natural y adecuada fueron mis padres que en una forma liberal y extraña sin muchos estudios ni rezos en una mañana, hablaban con bromas  del sexo, los tamaños  y  posturas extrañas.
Agradezco a mis padres por romper la tradición heredada de una postura goda y bien arraigada, que solo es el reflejo  de cualquier  familia Colombiana.
Hoy  invito al criticismo acoger con otra mirada, dejémonos de vainas;   dejemos de ser tan católicos, ya dejémonos de tanta pendejada...
  
¡Cesó la horrible noche! 
La libertad sublime 
derrama las auroras 
de su invencible luz...

(Wíner Ramírez Díaz)
Fotografía 1 ( El secreto heredado)
Fotografía 2 ( De las flores al azul pastel)
Fotografía 3 ( La lencería del placer)  


 


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