miércoles, 6 de febrero de 2013

VESTIDO EN PERGAMINOS



El primer día  de escuela estaba  tan felíz pues seis  o  siete años tenía y en casa  los números y las  vocales  ya sabía decir; mi madre decía  que su  negrito  no iba a sufrir, pues era un chico listo y siempre atento a oír, lo que su maestro decía antes de sus  clases concluir....

La clase le motivaba, todo era fiesta y alegría  pues versos componía con sus  amigas las  letras, pero en una  y  otra treta pronto una amiga llegaba era ella despiadada y por  muchos de  su  clase  poco deseada.
NO eran las sumas  y  restas las cosas que mas le hacían la  fiesta, prefería en estas clases darse una pequeña  siesta, mientras soñaba y añoraba  para esta clase   una maestra;  Pues  Juanito el profe con sus  gritos asustaba a toda una clase  completa  entre sarcasmos, bostezos  gestos y  piruetas terminaba en castigos aquella jornada cruenta.

Poco a poco comprendí que a la escuela  ya no quería  ir, prefería las tardes dormir, no quería a mis libros acudir; mi papá me decía entre tristeza y melancolía  que otra  historia de analfabetismo en su  hijo él no quería ;  Que amará los libros , que el quería  uno de sus hijos muy lejos pudiera surgir para que  así un gran día en todo un doctor este  se pudiera convertir.
En las  tardes de tele en la casa vecina miraba a José Elí Cortés entre  libros y  poesía , pues allí la motivación ella  volvía, miraba el escribir como un talento a seguir; mi espíritu ligero era como un agujero poco  fácil a cubrir; preguntaba y preguntaba a aquel  viejo como poesías escribir.
Hay viejos recuerdos que hoy más que nunca anhelo , no es la escuela quien enseña pues es la vida en paralelo con sus vivencias y desvelos aunque  es la sociedad la que te envía a obtener Diplomas y a estudiar con  gran celo.
Entre más  Diplomas  certifiquen lo que aparentemente en nuestra mente existe, más lejos llegaremos  en la vida, hoy veo esto como algo deprimente.
Son los muros los que cuelgan los conocimientos  que  los doctores albergan, mientras muchos en la  calle piensan que es inteligente el que muchos estudios alberga.No es más  sabio aquel que de pergaminos cubre su vida,  cual hombre medieval es mas  sabio quien deja por si pasar la escuela de la vida.
En el mundo consumista ya no es nadie el  filósofo  y artista son carreras pasadas de modas de pensamientos altruistas, es más productivo hacer estudios de altas gerencias , ingenierías o cualquier  sector administrativo, ya no importa ser doctor, profesional o bachiller si no cuanto podamos poseer, unas vacaciones en Europa o el mundo poder tener, una bella  novia y una buena botella de  buchanans beber...
Pues mi padre sin ser el más estudiado de los hombres una  sociedad veredal saco avante sin ser máster, bachiller o doctorante, a sus hijos enseño a salir adelante.
La sentenciada frase estudiar para salir adelante, para ser alguien en la vida importante, denuncio ante  ustedes con generosa alevosía , pues soy un traidor a esta  sentencia y lo digo con valentía pues ya somos alguien , alguien en nuestras vidas, y salir adelante parece una profecía hecha ironía.


Salirnos del sistema no lo cambia el país o la nacionalidad, pues  allá en Colombia o aquí en Francia igual da, nos miden por los  títulos, la experiencia, el origen y la edad si un trabajo digno queremos encontrar  son estas    las  grandes  mentiras de  esta falsa sociedad.
Luchamos en la vida para  óptimas condiciones  poder  obtener es duro luchar contra  creencias de quienes  tienen el poder,  un diploma  no será jamás la garantía de aquello que  realmente podremos aprender, mis estudios han sido largos mis diplomas han  sido pocos tanta experiencia de vida he  ganado que  ya eso me importa poco; últimamente he descubierto que la  felicidad solo la da una familia  unida, el amor y la unidad, ya  no piensan en narcisismos  quienes en esto han encontrado la verdad.
El egoísmo más  grande en la vida es quien  envidia la felicidad por otros encontrada, no son los estudios, ni el dinero ni la propiedad privada pues conozco adinerados con su  vida arruinada,  por  una  trágica soledad y ambición material a la que su vida estuvo aferrada.
Mi vestido de pergamino hoy solo  certifica el reconocimiento sin pieza ni  fundamento a los estudios hechos  con  disciplina y aspaviento, no tengo nada, tengo todo y me siento libre como el viento.
No es mas  sabio quien más  fue  a la  escuela, ni quien escribe  versos y es reconocido por doquiera, no es mas sabio quien de  familia pudiente pudo grandes academias pisar y de estas mismas sus  estudios certificar, si no recuerden a mi padre analfabeta sin igual,  es mas  sabio que todos los hombres  que todos mis estudios y viajes pudieron encontrar.

Como este espacio no es si no un espacio de interacción les invito a dejar  sus dudas , comentarios e interrogantes en cuestión.

(Wíner Ramírez Díaz)
Fotografía 1 ( ``El intelecto certificado ``)
Fotografía 2 (La toga y el birrete)
Fotografía 3 ( Profesionales en Masa)

No hay comentarios:

Publicar un comentario